MEMORIAS Y ECLIPSES

viernes, 3 de mayo de 2013

El Templo de las Memorias. Capítulo Primero (Parte1)

ENCUENTRO.


Recién había llegado a aquel mundo; y asomó a la ventana.
De este lado del Atlántico, Helios; desde lo alto; alardeaba de su cálido fulgor dorado. De aquel lado, Selene comenzaba su paseo por el índigo infinito que cobija el ensueño de los usuales humanos, mientras ella; la protagonista de tal acto, provoca el aullido de de las bestias solitarias en los bosques, y  roba el suspiro de los que se creen (y los que son) poetas.

-Buenas Noches- debió decir aquella cuyo nombre significa “Hermosa por dentro y por fuera”
-Buenas Tardes-  contestó el recién llegado (seguramente)

Y  así, comenzó una charla de la cual no existe memoria precisa en ningún  intelecto humano; pero que fue registrada en el libro de la vida de aquellos presentes. Cronos mismo escribió ese capitulo. Cronos mismo; aún relata esa historia.

-Es de noche aquí – debió decir la diosa, quien con gentileza, manifestó haber llegado a aquel mundo no mucho antes.
-Bienvenido,  siéntete cómodo-. fue en resumen; el discurso de la noble e intangible figura de nombre ancestral, el cual nunca necesitó decir; pues se encontraba grabado en una esquina del brillante cristal a través de la cual manifestó su existencia.
La voz sin sonido, siempre sensata, firme y a la vez tranquila, permitió que los minutos rodaran sin ninguna pretensión o alarde ...

Aquel; era un mundo nuevo para el viajero cuyos ropajes eran la noche de sol y el día nocturno
Otrora el Sol; había descubierto las brunas y líquidas palabras del errante; había atendido a sus silencios hablantes y a la voz extendida en la blancura indefensa. Luego, fue la Luna; quien entonces replicó: “Encuentra un lugar para las palabras sin voz y siembra allí”

De aquello; hace ya 12 eclipses solares (sobre La Tierra) y cerca de 4841 caídas de la estrella regente por el horizonte de la península.

-Ha resultado muy grato-  debió decir el  extraño de la voz azul (Y lo fue)
-Igualmente- debió contestar la sutil dama con insignia de diosa y templanza de mineral azabache.

No pasarían muchos días desde el primer encuentro, para que aquellos desconocidos sin rostro y con voz luminosa se encontraran de nuevo; y dialogaran e intercambiaran retratos verbales; los cuales darían al eclipse y la esposa de faraón la oportunidad de descubrir o quizás develar la fisonomía de su esencia.
 Luego una y otra vez más; las reuniones se sucedieron, hasta que las palabras “extraños” y “desconocidos” caducaron; y ya no pudieron ser enunciadas en la historia cuyo exordio  no es otro que este.

Seis, siete horas, eso jamás ha cambiado; A veces  el eclipse queda atrás en el tiempo, o quizás es Ella, quien llega primero al mañana, sin embargo como fruto de un enigma  del tiempo o un evento mágico; los seres se reúnen, sin ayer ni mañana, para continuar develando los misterios de sus intangibles vidas y continuar grabando su perdurable historia, historia que hoy tiene su propio lugar, su propio rincón en el vasto infinito; historia que llevó a construir  - EL Templo de las Memorias.


1 comentario:

  1. no importa que repose en mi cielo la luna o el sol... la noche o el día.... leerte, me transporta hacía atrás, a 4821 caídas de estrellas.... y me arrancas una sonrisa....

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