MEMORIAS Y ECLIPSES

sábado, 8 de junio de 2013


NO ME EXTRAÑA


Yo crecí en este amor de juventud loco, 
dónde en mi pecho, el hueco se llenaba de auroras.
Dónde el silencio, impaciente, ardía en los párpados.

Resurgí, de la infancia que jugaba entre sombras...
Sí. Dejó la oscuridad de devorarme
en sus fondos fugitivos
y una nueva alborada de sentimientos,
escapó del dolor, quedando atrás, la edad
infinita de desdeñados recuerdos.

Por eso no me extraña cuando siento esa,
 tu mirada, entre tanta multitud.
Ni cuando tus ojos andan descalzos, desnudos,
sobre mis movimientos, sobre mis gestos...
Ni cuando tu boca se llena de riquezas o 
suspiros y se forma de repente, así, sin más,
una pradera perpetua de abrazos eternos.

No me extraña cuando tus dedos dibujan
sobre mi nuca y el cosquilleo de tus yemas,
sepultan las memorias de aquellos tiempos...
Ni me extraña cuando la lluvia se despliega
resonando celestial, entre calles mojadas,
y sus gotas te empapan, te besan ocultas
en  su dulce delirio sobre el cuerpo.

No me extraña cuando la brisa abandona
aromas de jazmines en tus manos.
Ni me extraño, que envuelvas nuestras huellas,
en atardeceres púrpuras que mudan su piel.

No me extraña que seas tú quien me nombra.
Ni me extraña, que seas todo para mí.

No me extraña
que los dos seamos uno...
Entre tanta
multitud.

Onice © Reservados todos los derechos.


Esta imagen agregada al poema, corresponde al pintor austriaco Gustav Klimt.. representante del movimiento  modernista, este lienzo se titula "el beso", en su estilo siempre muy ornamentado (1907-1908). Sus obras están marcadas por la sensualidad que le despertaba la feminidad,  con mucha luz y colorido.

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