MEMORIAS Y ECLIPSES

martes, 30 de abril de 2013

Otrora Hoy.

La voz de la pluma fue mi vértigo
su tinta mi caída
y cada palabra un silencio,
¡un impacto!
y una gota más en el diluvio de mi alma.

Nunca pregunté por el inútil del ¿cuándo?
-porque las líneas nunca colmaron con astros
y fulgores el interno sideral.
Todo fue mutismo en la noche de canto,
de las sombras la tragedia del teatro…
y la falaz visión, del poema conjugado.

Borrasca de máculas y sales,
-cúmulo de los silencios
¡sino de la nada!

El recital de la noche: ¡mi elegía!
su clamor mi transparencia
y el suspiro; un anhelo;
¡un quebranto!
(y el sinsabor de una página vilmente manchada)

No busqué respuestas en la muerte del alba,
-porque sé que en un pequeño asteroide
no caben dos verdades y un sentido.
Cada palabra inmarcesible en los labios…
marchitó en el remolino de los vientos,
y dejó su arrebol en un Enero,
donde sólo yo... le podría recordar.

Borrasca de máculas y sales,
-cúmulo de los silencios,
¡sino de la nada!

DRYELL ©2013

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