When forty winters shall beseige thy brow,
And dig deep trenches in thy beauty's field,
Thy youth's proud livery, so gazed on now,
Will be a tatter'd weed, of small worth held:
Then being ask'd where all thy beauty lies,
Where all the treasure of thy lusty days;
To say, within thine own deep-sunken eyes,
Were an all-eating shame and thriftless praise.
How much more praise deserved thy beauty's use,
If thou couldst answer 'This fair child of mine
Shall sum my count and make my old excuse,'
Proving his beauty by succession thine!
This were to
be new made when thou art old,
And see thy blood warm when thou feel'st it
cold.
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SONETO II (Versión N° 1. DRYELL)
SONETO II (Versión N° 1. DRYELL)
Cuando cuarenta inviernos hayan sitiado vuestra frente,
Y cavado trincheras profundas en la belleza de vuestros campos,
La vestidura orgullosa de la juventud ahora presente,
Será como hierba mala sin advertencia de halagos:
Al cuestionar entonces vuestra beldad yace donde,
Dónde todo el botín de aquellos días libertinos;
Dirán, dentro de sus cuencas vuestras deprimidas orbes,
Eran lascivia voraz y aclamación sin sentido.
Cuanta más alabanza vuestra usada estética obtuviera
Si pudiereis responder “grácil niño mío este
Excusa toda mi deuda y mi ancianidad exonera,”
Gracias a la hermosura que legáis al descendiente!
Esta será vuestra enmienda cuando la senectud poseáis
Y veréis sangre vuestra caliente cuando el helaje sintáis.
Y cavado trincheras profundas en la belleza de vuestros campos,
La vestidura orgullosa de la juventud ahora presente,
Será como hierba mala sin advertencia de halagos:
Al cuestionar entonces vuestra beldad yace donde,
Dónde todo el botín de aquellos días libertinos;
Dirán, dentro de sus cuencas vuestras deprimidas orbes,
Eran lascivia voraz y aclamación sin sentido.
Cuanta más alabanza vuestra usada estética obtuviera
Si pudiereis responder “grácil niño mío este
Excusa toda mi deuda y mi ancianidad exonera,”
Gracias a la hermosura que legáis al descendiente!
Esta será vuestra enmienda cuando la senectud poseáis
Y veréis sangre vuestra caliente cuando el helaje sintáis.
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SONETO II (Versión N° 2. DRYELL)
Cuando cuarenta inviernos hayan azotado tu frente,
SONETO II (Versión N° 2. DRYELL)
Cuando cuarenta inviernos hayan azotado tu frente,
Y arado profundas estrías en tus campos de hermosura,
La orgullosa juventud, que ahora es tu vestidura,
Será como mala hierba, y de alabanza carente.
Al preguntar entonces tu belleza yace dónde,
Dónde todo el tesoro de tus lujuriosos días;
(Entre sus cuencas hundidas) Con tus propios ojos, dirías
Fueron lascivia voraz y su alabanza discorde.
Cuántos más elogios tu gastada belleza obtuviera,
Si contestar tú pudieras “este grácil niño mío
Es excusa en mi vejez y de mi deuda su olvido,”
Gracias a la herencia de primor que de ti recibiera!
Este llegará a ser la renovación en tu envejecimiento,
Y veras tu sangre caliente cuando el frio lleves dentro.
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SONETO II ( Versión de Agustín García Calvo)
Cuando cuarenta inviernos asedien tu frente
y el campo de hermosura de trincheras hiendan,
tu gala juvenil, hoy pasmo de la gente,
serán harapos que por nada se revendan.
Al preguntarse entonces tu hermosura dónde,
dónde todo el tesoro de tu lozanía,
decir que allí en tus ojos hundidos se esconde
fuera sonrojo ardiente y gloria bien baldía.
¿Cuánto más tu hermosura mereciera gloria
si respondieras "esta hermosa criatura
cancelará mi cuenta, excusará mi historia",
probando en ley de herencia tuya su hermosura!
Hacerte nuevo cuando viejo estés sería
y ver tu sangre hervir cuando la sientas fría.
Versión de Agustín García Calvo en The Sonnets / Sonetos de amor (Shakespeare) Texto crítico y traducción de A.G.C., Editorial Anagrama, 2ª ed. 1983 [1ª en 1974]
leída en: http://lo-bueno-si-breve.blogspot.com/2010/06/soneto-ii-shakespeare.html
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La orgullosa juventud, que ahora es tu vestidura,
Será como mala hierba, y de alabanza carente.
Al preguntar entonces tu belleza yace dónde,
Dónde todo el tesoro de tus lujuriosos días;
(Entre sus cuencas hundidas) Con tus propios ojos, dirías
Fueron lascivia voraz y su alabanza discorde.
Cuántos más elogios tu gastada belleza obtuviera,
Si contestar tú pudieras “este grácil niño mío
Es excusa en mi vejez y de mi deuda su olvido,”
Gracias a la herencia de primor que de ti recibiera!
Este llegará a ser la renovación en tu envejecimiento,
Y veras tu sangre caliente cuando el frio lleves dentro.
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SONETO II ( Versión de Agustín García Calvo)
Cuando cuarenta inviernos asedien tu frente
y el campo de hermosura de trincheras hiendan,
tu gala juvenil, hoy pasmo de la gente,
serán harapos que por nada se revendan.
Al preguntarse entonces tu hermosura dónde,
dónde todo el tesoro de tu lozanía,
decir que allí en tus ojos hundidos se esconde
fuera sonrojo ardiente y gloria bien baldía.
¿Cuánto más tu hermosura mereciera gloria
si respondieras "esta hermosa criatura
cancelará mi cuenta, excusará mi historia",
probando en ley de herencia tuya su hermosura!
Hacerte nuevo cuando viejo estés sería
y ver tu sangre hervir cuando la sientas fría.
leída en: http://lo-bueno-si-breve.blogspot.com/2010/06/soneto-ii-shakespeare.html
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