Y así
luego,
Cansado de
calles y de gentes
Y de grises
Y de la
turba insipiente...
Vuelvo entonces
para devorar tu sombra;
Tu palabra
y tu silencio,
Tu suspiro
y estertor
La ambrosía
de tu cuerpo
Y el placer
de tu dolor.
La media
luz juega entonces con la gracia de tu rostro;
Mientras la
liviandad de tu vestido
Delata el
turbador relieve de la promesa en tu pecho
La sugestión
Cabalga firme
por tu oído;
Mientras tus
ojos fulgen y
Tu cuerpo
trepida bajo el dintel
Que separa la
prudencia y el ansia.
Dilo ahora
que posees la palabra
Ya que
pronto
Y hasta que
se presente el alba
No tendrás
voz alguna
Inteligible
o sensata.
Y así
luego;
Embriagado en
tu sabor y perfume
Y tu gesto
Y tu
cadencia instintiva...
Vuelvo entonces
a remover tu vestido,
Tu somnolencia
de invierno;
Erubescencia
y calor,
La fantasía
en tu pecho
Y el delirio de tu amor.
Los tendidos
pierden con gran afán su decoro,
Mientras tu
cuerpo se derrite en un suspiro
Y sucumbes
al ensueño de refugiarte en mi lecho.
La razón
Deshecha está
en el olvido
Mientras tus
labios urgen y
Tu malicia
escondida brota en la piel
Que devela
la vivencia en sus aguas.
Calla ahora
aprovechando el momento.
Quiero ver
otra vez
tu glamour
y cordura;
Por que
antes de que brille el sol de nuevo
Gritarás,
entre delirio y locura.2012 ©
DRYELL. Todos los derechos reservados.
EDUARDO DRYELL, DRYELL_POET,y mi nombre verdadero el cual me reservo.
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