-Que con los ojos cerrados
transgredes los pensamientos ocultos
de una noche sin sueño.
Y haces del arcano la letra,
y el clamor de mi pupila.
Tú,
Que invocas la nostalgia en los espejos
y desgranas la razón de aquél futuro que ahora yace
enmohecido en el sepulcro del recuerdo…
Tú
Silente luna:
-Disturbios ardientes de accidentes callados;
muertos (todos ellos)
en el fondo de las hojas
de otro acaecido invierno,
en el implícito vacío de tu ocaso matutino
y en el infausto dominio del amarillo en los cielos.
Tú,
¡Escucha tu!
-Porque el aullido de las bestias
es mansión del desconsuelo de mi obra;
y así; la elegía de las penas
que se bordan cuando Cronos flagela mi alma
que se bordan cuando Cronos flagela mi alma
y me tira de rodillas ante las cortinas blancas.
Oh! Grácil albura y tortuoso delirio;
-Loable tu fulgor de plata,
que hace trepidar las almas que despiertan
después del ocaso.
¡Execradas mis orbes!
-Que jamás difieren su destino
cuando las aves ya reposan en los nidos,
y el opalino concierto se inicia
y el opalino concierto se inicia
en su teatro de azur.
...© 2013 DRYELL, EDUARDO DRYELL, DRYELL_POET Y MI NOMBRE VERDADERO EL CUAL ME RESERVO.
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