Camino por
los aires,
dando pasos
de premura por el céfiro encantado,
Sobre los
cielos me muevo
y en sus
merinas descanso.
Dejo que
las lluvias sean mi ruego;
Y acaparo
los matices del ocaso.
Soy un
triste colector de maravillas celestes;
de las
auroras que cantan…
y atardeceres
silentes.
Vivo de los
sueños y las plausibles mañanas;
y atesoro
los ponientes…
como
monedas de plata.
Ruedo por
los valles del empíreo;
En sus
vergeles de azucenas,
y en sus
aromas de lirio.
Vivo entre
la tinta y los poemas;
dejando entre
páginas blancas…
mis anhelos
y mis penas.
Soy hermano
del que llora sin reproche,
del escritor
del otoño
y el
soñador de primaveras.
Riego la simiente
del tejedor de las noches,
y canto los
versos de antaño
De quien
figura quimeras.
Sólo creo
en lo intangible,
-como el
susurro del viento entre las hojas secas,
en el
vernal inmarcesible que florece con estrellas;
entrelazando
los versos
y desatando
las letras.
Navego por
los aires;
en un bogar
presuroso y constante.
Voy en
busca de los límites del tiempo…
Aquel que
se muestra siniestro,
incisivo y
arrogante.
He caído derribado
por las nieves,
- cuando el
invierno es impío y el lacrimar inminente.
He tocado
el suelo como el gorrión malherido…
que se
perdió entre la noche
y en sus
fantasmas soeces.
Más de
nuevo abro mis alas – lentamente.
Tratando de
cabalgar el monzón y las corrientes del estío,
¡No bastarán
las tormentas! Ni las injurias del frío,
Pues sueño
encontrar el destino;
- que resguarda
el sol naciente.
Archivos de DRYELL (2007)
©2007 Todos los derechos reservados
DRYELL ,dryell_poet y mi nombre verdadero el cual me reservo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario